Nada más ajustado a la verdad, que el nombre que tiene hoy esto que se deja llamar Inteligencia Artificial. Eso es. Es como un Google mejorado que como proyecto (de dos las firmas más poderosas del mundo) buscan suplantar al cerebro del hombre en algunas áreas de trabajo.
El Diccionario de la lengua española nos dice, que artificial es algo creado por el hombre. Luego dice esto:
«Hecho o producido por el ser humano (…) No natural, falso». Inmediatamente agrega, artificial tiene como sinónimo: «artificioso, falso, ficticio, fingido, espurio, postizo, engañoso, ilusorio, sintético, facticio»
Pero nos los van vender como juguito de limón con hielitos y en medio de un desierto. No es que la IA no sea una cosa beneficiosa. Si lo es, pero no colocándose de rodilla (sumiso) ante ella. No es o no debe ser síndrome del espejito.
Todo lo que hace el hombre hoy tiene un propósito, si lo hacen no más de 10, la cosa tiene su intención.
La IA tiene también la misión de plagiar la mente de muchos hombres que con sus ideas, no dicen cosas que pensaron y escribieron: Es casi un corte y pega.
En estos días, la Inteligencia Artificial nos dió como una primicia una opinión que un venezolano sabe desde que el mundo es mundo. Un margariteño que creció comiendo arepa de maíz, con leche vaca y pescado salado, lo sabe mejor. La arepa es rica y con calzon es muy buena. También es rica con un corocoro tiranero.
Esto dijo uno de las cabezas de la inteligencia artificial, Chat GPT: «Pues bien, según el sistema de chat con inteligencia artificial [la arepa] puede llegar a serlo «si se equilibran de modo correcto con otros alimentos»
¿Cómo llegó la IA a saber esto?
Muy sencillo, se reunió en el cielo con la Sra Tomasa, la Sra Morocha, Manuela, Albertina, Victoria, Albertina, Gisela, Delfina, Bautista, Ñonga y otras muchas maqueras que vivieron haciendo arepas para sostener a su familia.
La IA también puede saber porque lo copia, que la Sra Virginia Valderrama y Jesús Cacho molían muy bien el maíz para hacer la arepas.
Seguramente, si le pregunta que si la Jalea de mango es sabrosa, hablará también en cieio con tía María y ella le dirá, que la jalea de mango es muy sabrosa. Todas las generaciones que tienen hoy de sesenta y cinco años hacia adelante, degustaron la sabrosura de la jalea de tía María en El Maco saben que era sabrosa esa jalea y por eso Giovanni recorría el pueblo para venderlas con su bandeja.
Décima
Nadie podía saberlo
que la arepa era sabrosa
y con cazón deliciosa
Era difícil creerlo.
ChatGPT pudo verlo
pronto lo comunicó.
Ahora sí creo yo
que puede ser nutritiva.
Que tremenda lavativa
El Chat GPT nos echó